Adiós a la Flacidez Abdominal

La flacidez abdominal es una auténtica pesadilla para muchas mujeres, no solo a nivel funcional, también estético.

En los últimos días hemos dado la bienvenida a nuevas chicas en nuestros programas, muchas de las cuales empiezan contratando un plan de pérdida de peso por que dicen no lograr librarse de esos últimos kilos de más, pero francamente, para nuestra sorpresa muchas veces las chicas están equivocadas, muchas no tienen un exceso elevado de grasa en el cuerpo, es más, algunas incluso presentan unos porcentajes grasos muy bajos.

¿Cuál es así su problema? ¿Por qué siguen viéndose mal físicamente estas chicas?

Pues bien, cuando la entrenadora recibe el cuestionario y las fotos de sus chicas para empezar a trabajar en su programa se da cuenta de que la mayoría comparten un mismo problema y es que presentan flácidez abdominal. Muestran un abdomen falto de elasticidad y de colágeno, con apreciable debilidad del sostén abdominal, en algunos casos incluso se percibe una posible diátesis abdominal. Este es una de las principales razones por las que muchas chicas dicen tener la necesidad de seguir perdiendo peso, pero francamente, eso es un error. Vamos a ver por qué.

CAUSAS DE LA FLACIDEZ ABDOMINAL

Existen diversas causas que pueden producir esta peculiaridad antiestética e incluso molestosa. Una de las más básicas y frecuentes es el irremediable paso del tiempo, dado que la proteína que adhiere la piel a los músculos y le da firmeza pierde eficacia con el paso de los años.

Una segunda causa podría ser el hecho de haber sido madre o haber padecido obesidad, lo que sería un exceso de distención abdominal por sobrepeso o embarazo. En estos casos unos cambios abruptos de peso, una mala alimentación, normalmente pobre en proteínas, un exceso de glúcidos y harinas, la exposición exagerada al sol y sobretodo el sedentarismo podrían ser y son normalmente las principales causas de tener una pared abdominal flácida.

Antes de pasar a ver las posibles soluciones deberíamos asegurarnos de que no padecemos diátesis abdominal, una separación en los músculos rectos del abdomen a consecuencia de un daño en el tejido conectivo que, en condiciones normales los mantendría unidos entre sí. La principal causa de la diátesis abdominal es el embarazo, situando las estadísticas en un 66% de posibilidades de padecerla durante el tercer trimestre. Si quieres saber con precisión si puedes tener diátesis abdominal, y sobretodo antes de matarte a hacer abdominales, que solo empeorarían más la situación puedes acudir a un fisioterapeuta, él te podrá aclarar tu duda, también tu médico puede solucionarte el problema, en el caso que creas que puedes tenerla.

CONSEJOS Y SOLUCIONES

Vamos a lo que realmente nos interesa, ¿qué podemos hacer para lograr acabar con ella, o mejorar nuestro aspecto sin necesidad de pasar por el quirófano?

Utiliza Arcilla Verde al menos una vez a la semana. Hazte emplastes encima de la zona afectada, déjalo reposar unos 30 minutos y límpialo con abundante agua fría, o lo más fría posible.

Toma algún suplemento de Colágeno para facilitar la elasticidad de la piel y mejorar el sostén del tejido abdominal.

Utiliza crema hidratante mínimo 2 veces al día, al despertarte y antes de ir a dormir, de esta manera mantendrás la piel hidratada y fomentaras la absorción del colágeno, aumentando la elasticidad de la zona.

Aumenta el consumo de Agua. Un aumento en la hidratación corporal beneficiara el aspecto físico de la piel ofreciéndole más luminosidad y una apariencia más tensa.

Realiza ejercicios que fortalezcan el recto interno. Nada de hacer interminables sesiones de abdominales clásicos. Debes centrarte en fortalecer las paredes internas. Escoge ejercicios isométricos, como las planchas frontales o laterales, aguanta un mínimo de 30” en la misma posición.

También deberías introducir en tus rutinas los abdominales hipopresivos, están cargados de beneficios, de los que hablaremos más adelante, pero uno de ellos es la capacidad que tienen en ayudar a reforzar todo el suelo pélvico y la faja abdominal interna.